El
Dr. Manuel Bianchi de Chile, miembro de la comisión de derechos humanos de la
OEA interroga a salvadoreños en el campo de concentración del estadio de
Tegucigalpa. La OEA informaba que los prisioneros estaban siendo liberados a
razón de 15 a 20 por día. (Guerra de legítima defensa El Salvador
1969) .
“Nosotros defendemos
los valores morales de la humanidad y de la civilización. ¿Cómo es posible que
un hombre pueda caminar con seguridad por la superficie de la luna y no pueda,
por su nacionalidad, caminar sin peligro por las veredas de Honduras”
Discurso
del Presidente de El Salvador, General Fidel Sánchez Hernández.
En la historia de la
humanidad se registran desplazamientos de poblaciones como consecuencia de
guerras, conquistas, coloniaje, limpiezas étnicas, etc. Lo cual es una
constante hasta nuestros días en África y Medio Oriente entre otros.
Ese
viaje de poblaciones de uno a otro lugar generalmente en sus orígenes está asociado
a la búsqueda de seguridad y alimentación, especialmente cuando ya se cuenta con
la agricultura familiar.
En su mayoría estas
migraciones, en ocasiones han sido de forma precipitadas o forzadas en grupos
humanos ante el peligro de morir de hambre, discriminación y por las armas. En
donde ancianos, mujeres y niños, llevando consigo únicamente lo puesto y los
que pueden cargar con sus manos.
El Salvador es un ejemplo de migración hacia
otros países por causas económicas y sociales. Honduras inicios del Siglo XX,
se convierte en un atractivo lugar para las empresas productoras de bananos, en
la zona de la costa atlántica. Una vez instaladas las empresas estadounidenses,
requieren de mano de obra no sólo de Honduras sino que los inmigrantes
salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses.
Es precisamente en el
año de 1911, es que comienza la inmigración de salvadoreños hacia las
plantaciones bananeras en Honduras. Esta inmigración de salvadoreños y de otras
nacionalidades fue a las facilidades que daban las leyes de inmigración de
Honduras.
De acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano El
Salvador 2005, para el año de 1930 habían emigrado cerca de 25,000 personas y
al final de la década de los años cuarenta había 40,000 (PNUD 2005,
2005) .
Y ya en el año de 1953 existían 35,000 trabajadores y bajó considerablemente a
16,000 en el año de 1959 debido a la implementación de la mecanización en las
empresas bananeras hondureñas. (Martínez
Peñate).
Durante los años
sesenta vivían en el exterior alrededor de 350.000 salvadoreños (Winschuh,
1997). Pero debido a las tensas
situaciones políticas, sociales y militares entre Honduras y El salvador, es
que en el año 1969, muchos salvadoreños fueron expulsados del vecino país.
La emigración en lo
general se produce por la búsqueda de bienestar, en busca de trabajo y de condiciones
de vida básicas que no se tienen en los países de origen y que otro ofrece. Aún
en nuestros se observa el desarrollo que tuvo los lugares en donde nuestros
compatriotas se asentaron especialmente en la zona costa de Honduras, pero también
no se olvidan las imágenes de nuestros compatriotas llegando por nuestras
fronteras en muchos casos a pie, en carretas aladas por bueyes, con lo que
pudieron tomar al salir perseguidos por las hordas hondureñas conocidos como
“Mancha Brava”, quienes asesinaban por el solo hecho de ser salvadoreños.
Honduras pasaba
momentos difíciles; falta de inversión pública, huelgas de los maestros y una
presión por las tierras por parte de poderosas organizaciones de propietarios
interesados en extender sus tierras, siendo su blanco aquellas que ocupaban los
salvadoreños. Además de otras organizaciones que estaban exigiendo al gobierno del
General Oswaldo López Arellano, que aplicara la reforma agraria, la cual
existía desde el año de 1962 (Educación, 2009) . Es así que ya en
año de 1968, el gobierno hondureño dispone poner en ejecución la reforma
agraria, en la cual no consideraba sus beneficios a los salvadoreños en algunos
casos por su situación de ilegalidad, y de esta forma su expulsión sería muy
fácil, con el pretexto de estar aplicando su reforma.
En julio de 1969, el
canciller hondureño Carías Castillo manifestaba las razones por las cuales
aquel país realizaba acciones dentro de su territorio, siendo causa de la
tensión “...la sistemática y tenaz
penetración dentro de nuestro territorio de grupos de salvadoreños durante más
de 50 años, en maneras que constituyen un evidente abuso de nuestra soberanía e
integridad territorial y un peligro real para el pueblo hondureño, cuyo número
está creciendo a un ritmo tan rápido que... este país se encuentra de primero
en este momento en crecimiento de la población en América Latina, con una tasa
de crecimiento de 48.8 por mil”.
Cómo entender las
persecuciones y vejámenes que sufrieron las familias salvadoreñas, que ya asentadas
de raíces comunes, estrechamente vinculados geográficamente y su historia,
quienes unidos a lo largo de la historia republicana, hayan sufrido los males
del egoísmo y del odio.
Históricamente, los
salvadoreños su excedente siempre ha buscado su mejora en las condiciones de
vida. Aun por esa época los salvadoreños,
siempre han sido considerados muy laboriosos y de mano de obra muy calificada,
siendo ellos, quienes con grandes esfuerzos y sufrimientos, ocasionados por
enfermedades tropicales transformaron la inhóspita costa norte hondureña en
espléndidos campos de cultivo. Esta predilección de la laboriosidad
salvadoreña, significó recelos e inconformidades que con el correr de los años
se fue acentuando.
Con el correr de los años, los salvadoreños radicados en Honduras
llegaron a sumar aproximadamente 300,000 compatriotas, muchos de ellos unidos
por lazos de familia con hondureños, y de ese país también llegaron emigrantes
a radicarse en El Salvador, aunque en menor proporción. Los hondureños, lo
hicieron, en busca de educación y de salud especialmente, ya que en Honduras
escaseaban los centros de enseñanza superiores, así como también se presentaba
un deficiente servicio médico hospitalario.
El Salvador y Honduras, desarrollaron varios intentos de reducir y
controlar la migración entre ambas naciones. Es así que en junio de 1962 se
firma un Tratado de Migración en paso fronterizo del Amatillo, posteriormente
el 21 de septiembre del año de 1965 se firma otro Tratado, el cual entra en
vigencia el 25 de enero de 1967, el cual contenía entre sus cláusulas; “una vez
vencido el Tratado podría ser renovado, solamente una vez por un período de dos
años, por medio de un simple intercambio de notas entre los Ministros de
Relaciones Exteriores”. Pero como era de esperarse Honduras se rehúsa a
renovarlo por otro período.
La expulsión de los
compatriotas por parte de Honduras.
Los registro del incremento de ingresos de salvadoreños huyendo del
territorio hondureño hacia la frontera de El Salvador, aparecen a finales del
mes de abril de 1969, en donde familias enteras de todas las edades, cruzan las
fronteras por la persecución sistemática del gobierno hondureño. Niños nacidos
ya en Honduras como ciudadanos, mujeres, hombres y ancianos con más de 40 años
de residir en dicho país. En la mayoría de casos matrimonios mixtos de ambas
nacionalidades.
“se inició hacia El
Salvador un éxodo que no tiene paralelo, por su magnitud, en los anales de
Latinoamérica” (Guerra de legítima defensa El Salvador 1969) .
“configurando
su éxodo el doloroso cuadro de una total desintegración de hogares en gran
escala. Muchos de los niños quedaron huérfanos, al ser asesinados sus padres o extraviarse
durante el terror de la huida. El número de muertos y perdidos durante esta
catástrofe es un misterio, pero es de suponerse que la mayor parte de las
victimas estuvo constituida por mujeres y niños que se internaron en bosques y
montañas huyendo de la implacable persecución” (Guerra de legítima
defensa El Salvador 1969) .
Como era de esperarse nuestros compatriotas retornaban a su patria
únicamente con lo que traían puesto en su mayoría y en otros casos con una
pequeña maleta, algunos semovientes, aves de corral y hasta sus caninos, pero
todo lo que habían construido en más de cuarenta años quedaba atrás.
“No se puede transar con el honor de la República. Ninguna nación que
valore su propia dignidad, puede permitir que impunemente se violen sus
fronteras y se masacre a sus hijos. Hemos llegado a esta situación, después de
agotar los recursos pacíficos, y ante la necesidad y el deber de proteger la
vida de millares de compatriotas, que continúan siendo brutalmente perseguidos,
y que aún no han podido llegar a nuestras fronteras”. Discurso Gral. Fidel
Sánchez Hernández, Presidente de El Salvador.
Los
Campos de Concentración.
No habían pasado ni 30
años del fin de la II Guerra Mundial y las atrocidades sufridas por la población
civil en los escenarios de la guerra, no se borraban de las mentes de la
humanidad, pero se estaban presentando como fantasmas en una de las regiones
más distantes de aquella contienda, Centroamérica. Pero más aún no se borran
los vejámenes cometidos por Alemania Nazi en sus campos de concentración en
contra de los judíos, en donde eran condenados a la muerte, por el solo hecho
de ser judíos. Y en donde un militar salvadoreño Cnel. José Arturo Castellanos,
quien junto a George Madel Mantello, hacian todo lo posible por salvar las
vidas de miles de ciudadanos judíos, aún a costa de morir en el intento.
Diplomatico salvadoreño que según cifras y recuentos oficiales salvo la vida de
40,000 judíos, siendo reconocido como “Justo entre las naciones” por el Yad
Vashem.
Teóricamente un campo
de concentración es un centro de detención o confinamiento en donde se encierra
a personas por su pertenencia a un colectivo genérico en lugar de por sus actos
individuales, sin juicio previo ni garantías judiciales, aunque puede existir
una cobertura legal integrada en un sistema de
represión política… (https://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci%C3%B3n#cite_note-1) .
Este tema en dicha
guerra es muy poco tratado por las diversas distorsiones del mismo. Pero en su
momento Honduras incluso afirmo falsamente que los salvadoreños estaban en esos
campos para su propia protección.
Las informaciones de
estos lugares se dice por diversas fuentes escritas y testimonios de los mismos
salvadoreños detenidos en honduras, habían más de 15,000 salvadoreños detenidos
en varios campos de concentración, bajo condiciones infrahumanas; estaban a la intemperie,
sin agua potable o servicios sanitarios, no había atención médica, etc. Pero
sus relatos además manifiestan que su dieta alimenticia era: 1 Plátano
salcochado o un mango con chile, un pedazo de pan, taza de café y esta ración
sólo se recibía una al día.
De igual forma se
manifiesta que aproximadamente existían 31 Campos distribuidos de la siguiente
manera; “4 en Olancho, 5 en Yoro, 2 en
Atlántida, 5 en Cortés, 2 en Comayagua, 1 en Intibucá, 2 en Colón, 1 en
Choluteca, 1 en Tegucigalpa, 1 en Nacaome, 4 en Santa Bárbara, 2 en La Paz y 1
en Valle. El 24 de agosto La Prensa Gráfica informaba de que aún
permanecían en estos campos de concentración 1,0843 salvadoreños. Los campos
que mayor número contaban a ese entonces eran: San Pedro Sula (Asociación de Ganaderos
de San Pedro Sula) 2,604, Progreso con 1,466, Tela con 908, Choluteca con 513,
Santa Bárbara con 803, La Ceiba con 812, Comayagua con 400, La Esperanza con
409, Juticalpa con 226, Catacamas con 101, Morazán con 261, Omoa con 294,
Sonaguera con 275, La Laguna con 250, Santa Rosa de Copán con 179,
Macuelizo con 400, La Paz 204, Tegucigalpa con 459, y el resto con unos prisioneros que oscilaban entre los 5 y los 50”. (Guerra de legítima defensa El Salvador 1969).
El
Salvador ante estos hechos, a través de su Cancillería protestó ante la O.E.A.
por la situación inhumana que estaban pasando sus connacionales en territorio hondureño.
El gobierno de ése país afirmó el 30 de agosto que ya no habían salvadoreños
detenidos, lo cual posteriormente era desmentido por los compatriotas
salvadoreños ya en El Salvador. Fue hasta finales de 1969 que esos lugares
dejaron de funcionar.
Nuestro país no
escatimó palabras para señalar a Honduras como violador de los Derechos
Humanos, desde mucho antes del 14 de julio
hasta el fin de la guerra. Lamentablemente el papel de los organismos
internacionales no se hizo. Quedando demostrado que al final de la guerra son
los más desprotegidos los que sufren las consecuencias.
Después de la guerra el
gobierno salvadoreño declaraba que era el momento de recibir a los hermanos
refugiados en una patria renovada, en la que encontrarían el trabajo que se les
negaba en otros lados (Educación, 2009) .
Finalmente las normas
internacionales establecen los procedimientos a seguir en la protección de la
población civil civil y sus recursos en zonas de guerra. El capítulo IV de los
Convenios de Ginebra ya define la protección humanitaria en caso de guerra.
Bibliografía
Educación, M. d. (2009). Historia 2, El Salvador.
págs. 191-193.
Guerra de legítima defensa
El Salvador 1969, W. (s.f.).
https://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci%C3%B3n#cite_note-1.
(s.f.). Campo de Concentración.
Martínez Peñate, Ó. (s.f.). El Salvador: historia
general. pág. 174.
PNUD 2005. (2005). Informe sobre Desarrollo Humano El
Salvador .